Existen muchos tipos de estufas de pellets: murales, de pasillo, de rincón, de exterior, redondas, incluso insertables o encastrables.
Pero con respecto al funcionamiento encontramos tres tipos principalmente:
Estufas de aire forzado
Las hay a partir de 4 kW y básicamente son un sistema de encendido y apagado electrónico y programable, donde un ventilador expulsa al exterior al aire caliente que las paredes del cuerpo intercambian con la llama.
Suelen tener además varias potencias de llama y de ventilador.
Son ideales para espacios amplios como un local o un salón que no tengan mucha distribución de habitaciones.
Estufas de pellets canalizables
Diseñadas principalmente para repartir el aire caliente que emite la estufa de pellets a distintas estancias a través de diferentes conductos especiales.
Funcionan igual que las anteriores, con el añadido de que pueden expulsar todo el aire caliente por el frontal de la máquina, o derivarlo a cualquiera de las tomas que se pueden conectar a diferentes habitaciones.
Son ideales para viviendas con varias habitaciones o plantas.
Termoestufas o hidroestufas de pellets
Son capaces de calentar agua y llevarla hasta un circuito de radiadores o de suelo radiante.
Se puede conectar en paralelo con una caldera de gas o gasóleo lo que ayudará a reducir la factura energética.
Son como pequeñas calderas y algunas llegan a superar los 25 kW.
Llevan sistemas de seguridad por sobre-temperatura, sobre-presión, bombas circuladoras, vaso de expansión, sondas de temperatura, encendido electrónico y programador.
Una vez que ya conoces los tres tipos de estufas, ¿sabes ya cuál sería la idea para tu vivienda?