El aluminio es popularmente conocido como un metal de color blanco con algunos matices azulados y se caracteriza por ser uno de los más abundantes disponibles en nuestro planeta. Este metal se extrae directamente del mineral de la bauxita, principalmente transformándola en alúmina gracias al proceso de Bayer para después convertirlo en aluminio metálico con la ayuda de electrólisis o anodización. Este último proceso logra que el aluminio pueda alcanzar una mayor resistencia ante la corrosión de múltiples agentes químicos y una mayor dureza.
Uso de las ventanas de aluminio
El uso de las ventanas de aluminio se extiende con frecuencia en las zonas más cálidas, esto se relaciona a que no proporcionan un buen aislamiento térmico en comparación con las ventanas de PVC, aunque puedan tener prestaciones muy parecidas a éstas. Además de esto, este tipo de ventanas también se utilizan con regularidad en zonas de interior que tengan poca humedad ambiental, ya que el aluminio particularmente es sensible a corroerse ante la salinidad del agua marina.
¿Por qué este tipo de ventanas son unas de las más utilizadas?
Durante las últimas décadas, las ventanas se han impuesto en el mercado, principalmente lo hicieron frente a las ventanas tradicionales de madera para luego también hacerle frente a las ventanas de hierro o acero gracias a su durabilidad, ligereza y fácil mantenimiento, tomando en cuenta también que el aluminio es u metal fuerte y resistente a las temperaturas extremas, algo que las hace muy prácticas para el exterior de viviendas y edificios.
En la actualidad, hay una importante cantidad de perfiles para ventanas de aluminio a elegir, no solo en la forma sino también en una extensa variedad de colores disponibles, inclusive imitaciones a madera casi perfectas y que además de esto, se caracterizan por responder a cualquier necesidad arquitectónica. Por lo general este tipo de ventanas vienen con persianas incluidas, además de su capialzado integrado y montado en una sola pieza que facilita considerablemente su fácil montaje.
En el mercado también podemos encontrar una combinación de carpintería mixta de aluminio y madera, aprovechando de esta manera las ventajas que nos puede ofrecer el aluminio en el exterior y disfrutar al mismo tiempo de la elegancia que caracteriza a la madera en el interior, algo que le puede conferir un ambiente más íntimo acogedor. Las ventanas de aluminio son muy resistentes a cualquier cantidad de agentes químicos y soluciones acuosas, y a diferencia de las ventanas de PVC, estas no resultan tóxicas en caso de incendios.
Precios de las ventanas de aluminio
Los precios de este tipo de ventanas son muy económicos, más aún sin roturas de puentes térmicos. Sin embargo, el precio varía considerablemente tomando en cuenta el sistema de apertura o tipo de cristal que tengan disponibles, como por ejemplo oscilo batiente con un mecanismo elevable de manera automática, doble acristalamiento con cámara y vídeos de seguridad integrados. Desde otro punto de vista, debemos pensar que no todo puede ser perfecto y es por esta razón que a continuación detallaremos ¿Cuáles son los inconvenientes de las ventanas de aluminio?
Inconvenientes de las ventanas de Aluminio
El aluminio se caracteriza por ser considerado un buen conductor térmico que permite que el calor y el frío puedan pasar con facilidad al interior de una vivienda. Para evitar esto, se realiza una rotura del puente térmico con la ayuda de un plástico que separa el marco exterior del interior, creando de esta manera el aislamiento térmico. Dada esta alta conductividad térmica que poseen las ventanas de aluminio sin rotura de puente térmico, en los meses más fríos de la temporada de invierno pueden crear condensación en el marco y también en el cristal, algo que puede aumentar la humedad en las paredes.
Otros de los múltiples inconvenientes que pueden tener las ventanas de aluminio es su alto índice de corrosión ante la salinidad del agua marina. Dicha corrosión puede hacer de este material uno más vulnerable a manchas, además de decolorar la superficie de la estructura o crear problemas de funcionamiento. Además de esto, también presenta susceptibilidad a los ácidos orgánicos, así como también a la corrosión electroquímica que se produce por la diferencia de potencial entre los metales, como ocurre generalmente cuando se fija una ventana de aluminio utilizando tornillos de acero, ya que estos desgastan el aluminio a su alrededor.
Mantenimiento de las ventanas de aluminio
Las ventanas de aluminio requieren particularmente de una serie de tratamientos con la intención de proteger su superficie, a pesar de centrar de manera natural una capa de alúmina totalmente resistente e impermeable al oxidarse cuando tiene contacto con el oxígeno, que generalmente la hace más resistente a la corrosión. Con la intención de hacer esta capa más uniforme y proteger la durabilidad que la caracteriza, se realiza un tratamiento de anodizado, que puede garantizar la efectiva adherencia a la pintura.
Otra de las maneras de proteger las ventanas de aluminio es realizando un lavado con pinturas o revestimientos orgánicos sobre este con la intención de mejorar cada una de sus propiedades físicas, además de su aspecto estético. Existen varios procesos que aumentan la resistencia del material de las ventanas de aluminio, uno de ellos s el estirado en frío y el templado. El primero en este sentido, se encarga de conseguir una elevada resistencia de manera mecánica disminuyendo su ductilidad, mientras por otro lado el templado consiste en dos etapas, una que se encarga de endurecer el aluminio mediante el calor y otro caracterizado de un enfriamiento brusco, aumentando de esta manera la dureza y flexibilidad del aluminio.
Es muy importante poder evitar las manchas en la superficie de las ventanas de aluminio al igual que las manchas, ya que los deterioros que se producen por estos son difíciles de repara. De la misma manera, hay que evitar el contacto del aluminio con otro tipo de metales, así como también con morteros o pastas de cemento y humedad ya que de esta manera existe la posibilidad de que sufra de degradación.